La vida son etapas

Hay muchas teorías acerca de las etapas de la vida por las que pasa el ser humano. Desde que nacemos hasta que fallecemos atravesamos las mismas etapas: crecemos, nos desarrollamos y maduramos a medida que avanza nuestra vida. Por lo general, la transición de una etapa a otra es un proceso natural mientras que, a veces, algunas personas se encuentran atrapadas en una etapa durante décadas o incluso hay personas que se saltan una etapa sin aprender las lecciones importantes de la misma.

Cuando somos pequeños nos suelen preguntar qué queremos ser de mayores o cómo queremos pasar la vida. Y mi pregunta ante esto es, ¿Cómo lo voy a saber si cada etapa de mi vida va a traerme nuevas sensaciones y aprendizajes? Puedo haber querido ser veterinaria durante mi infancia porque mi vecino tenía un perro, pero en la adolescencia puedo haber asistido a un concierto y haber querido ser guitarrista en un grupo de rock. Más tarde, siendo adulta puedo haber subido a un avión por primera vez y haber alucinado con el vuelo y desde entonces decidir que quiero ser azafata de vuelo.

Por este mismo motivo creo que es normal que a lo largo de nuestra existencia te hagas la siguiente pregunta: ¿Qué hago con mi vida?

Porque con esa pregunta incrustada en tu mente, la estrategia que vas a seguir es demasiado a largo plazo y muy poco flexible. Te hará ponerte unas metas que más tarde quizá ya no desees, y entonces la inercia te llevará sin darte cuenta (o sin querer darte cuenta) por un presente insatisfactorio hacia un futuro también insatisfactorio.

Por eso la pregunta correcta es, sin duda: ¿Qué quiero hacer con mi vida AHORA? ¿A qué quiero dedicar ESTA ETAPA?

Creo que es muy reconfortante saber que no tienes que tomar una decisión inamovible para el resto de tu vida. Puedes cambiar de rumbo si lo deseas sin creer que has cometido un error. Porque realmente cambiar de dirección es inevitable, es sano y muchas veces necesario.

Es mucho más productivo y estimulante saber que todo son etapas y que puedes centrarte en cada etapa sin tener que preocuparte si mañana cambiarás de dirección. Quizá en esta etapa te apetezca estudiar algo diferente, o mejorar en tu campo. Quizá en esta etapa quieres ser madre y dedicarte solo a eso. Quizá es hora de volver a dedicarle tiempo a tu salud mental y decides trabajar menos y hacer más deporte. Quizá sea el momento de crear un proyecto con un colega que se dedica a lo mismo que tú.

Si te centras en el presente, en tu situación actual y en la etapa que te encuentras, estarás viviendo tu vida plenamente y acercándote a un futuro mucho más alineado con tus valores. En mi opinión, es mejor eso que vivir programando un futuro en el que no sabes lo que vas a necesitar o querer, ya que dentro de un tiempo no serás la misma persona que eres hoy, pues te encontrarás en otra etapa de tu vida con otras necesidades, otros valores y otras circunstancias.

Así que hazte las preguntas: ¿Qué quiero hacer ahora? ¿Qué quiero en esta etapa de mi vida? Céntrate en hacer que cada etapa de tu vida sume y ¡permítetelo! Tómate un tiempo para saber a qué quieres dedicar tu etapa actual. Piensa que, hagas lo que hagas, estarás moldeándote para la siguiente etapa de tu vida.

¿Te habías planteado alguna vez la vida por etapas? Me encantaría conocer tu opinión.

Un abrazo. Greta.

Publicado por Greta Vega

www.gretavega.com

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